Una nueva visión de la fiabilidad del aire comprimido
Sistema de control central
La fiabilidad es algo en lo que solamente pensamos cuando nos falta, y eso es un gran problema. Cuando encendemos el contacto de nuestro vehículo cada mañana para ir a trabajar, esperamos que el coche arranque. Si no arranca, no es buena señal. En el mejor de los casos, puede que se haya quedado sin batería y que solo lleguemos una hora tarde al trabajo. En el peor de los casos, la reparación podría ser muy costosa.
Lo mismo ocurre con los sistemas de aire comprimido. Encendemos el interruptor y esperamos que el sistema suministre sistemáticamente un aire de alta calidad. Si no lo hace, las repercusiones pueden ser inmediatas, drásticas y costosas, ya que interrumpe la producción, puede conllevar reparaciones costosas y pérdida de ingresos.
Solo existe una forma de evitar que esto ocurra: instalar un sistema de aire comprimido extremadamente fiable que minimice el riesgo de que se produzcan estas interrupciones no programadas. El uso de productos de alta calidad contribuirá en gran medida a garantizar que el equipo de aire comprimido estará disponible cuando lo necesite.
La fiabilidad definitiva del sistema de aire comprimido
Si bien un sistema de control sencillo puede ser suficiente para un único compresor de aire que satisfaga una demanda de aire constante, la necesidad de utilizar un controlador central aumenta a la par que lo hace la complejidad del sistema de aire comprimido. Al fin y al cabo, una red de aire comprimido es mucho más que la suma de sus partes: debe considerarse como un conjunto y no solamente como una serie de componentes individuales.
Por decirlo de otro modo: aunque una empresa utilice solamente equipos modernos, como compresores y secadores con accionamiento de velocidad variable (VSD), no significa que su red de aire comprimido sea todo lo eficaz y fiable que puede ser.
Piense en lo siguiente: una reducción de 1 bar en la banda de presión puede significar un ahorro de energía directo de hasta el 7 %. Por eso es tan importante tener una sala de compresores optimizada y con control central, sobre todo si se utiliza con sistemas que incluyen varios compresores y secadores, diferentes tipos de usuarios finales y una demanda variable. En estos casos, un controlador central puede ofrecer ahorros instantáneos mediante el establecimiento de patrones de demanda, la identificación de puntos débiles (por ejemplo, fugas de aire en el sistema de suministro) y la rectificación de los mismos, así como la detección de áreas en las que se pueden realizar mejoras.
Las ventajas de un sistema de control central
¿Cómo se puede optimizar el rendimiento de un sistema de aire comprimido con un controlador centralizado? Muy sencillo: estos controladores detectan cuándo se debe conectar cada compresor o secador de aire en función de la cantidad de aire necesaria en cada momento. Con ellos se evita la costosa sobreproducción de aire comprimido.
Por ejemplo, si de repente se produce un pico en la demanda de aire, se puede conectar un compresor de gran capacidad. Si la demanda aumenta solo un poco, solo se añade un compresor de reserva mucho más pequeño. Además, un sistema de control central también puede distribuir la carga de trabajo entre todos los compresores de aire de manera uniforme a lo largo del tiempo, o dar prioridad a los modelos más nuevos y de mayor eficiencia energética.
Otra ventaja de un controlador central es que puede optimizar los puntos de funcionamiento de las unidades de accionamiento de velocidad variable, es decir, garantizan que cuando haya varios compresores VSD funcionando a la vez, cada uno de ellos lo haga en su punto óptimo. De este modo se aumenta el ahorro de energía y se optimiza la vida útil de los equipos.
Los sistemas de control central ofrecen ventajas que van más allá de la eficiencia energética de la red de aire comprimido. También pueden ayudar a los operadores a programar las tareas de mantenimiento o las paradas para que afecten lo mínimo posible a la producción.
Además, también permiten reducir el desgaste prematuro de las máquinas, ya que distribuyen la carga de trabajo entre todas las unidades, lo cual aporta fiabilidad y reduce los costes de servicio y mantenimiento.
Optimización de la red de aire comprimido desde cualquier lugar
Y, todavía mejor, si combina un controlador central con un sistema de monitorización remota, podrá optimizar la red de aire comprimido desde cualquier lugar. Con ello, no solo ahorrará energía y reducirá los costes operativos, sino que también podrá detectar cualquier problema potencial de inmediato y solucionarlo rápidamente. No hay nada mejor que la tranquilidad que aporta la fiabilidad.