Sustituya su compresor de aire para lograr una producción más ecológica y rentable
Muchos empresarios se enfrentan a diario a todos estos retos: la volatilidad de los precios de la energía, la esperanza de obtener beneficios, el deseo de lograr una producción preparada para el futuro y el aumento de la normativa medioambiental. Sin embargo, existe una solución cuando se trata de la compresión de aire: reducir el consumo de energía de su compresor de aire sustituyéndolo por un modelo más eficiente.
A primera vista, esto puede parecer contradictorio. ¿Cómo puede ser económico gastar más dinero? ¿O cómo puede ayudar al medioambiente el hecho de añadir más equipos? No obstante, sustituir un modelo de compresor de aire antiguo por uno nuevo puede suponer una gran diferencia. Al reducir el consumo energético de su compresor de aire, puede hacer frente a todos estos retos.
El motivo es que los compresores no son como otros bienes de equipo. En este caso, la inversión inicial constituye una parte muy pequeña del coste total de propiedad. A lo largo de la vida útil del compresor de aire, gastará la mayor parte (80 %) de su dinero en energía.
Por este motivo, la sustitución de una máquina antigua e ineficiente por una nueva se amortizará rápidamente. Esto se aplica especialmente cuando los precios de la energía son altos o se avecinan cuellos de botella en el suministro.
¿Desea saber si ha llegado el momento de sustituir el compresor? Eche un vistazo a la lista de comprobación y averígüelo.
Cambio del compresor: un cálculo sencillo
Supongamos que gastará 100 000 euros a lo largo de la vida útil de un compresor estándar. De ese total, solo 10 000 euros se destinarán a la compra de la máquina. La misma cantidad se invierte en su mantenimiento, y el resto corresponde al consumo de energía del compresor de aire.
En este escenario es sencillo determinar dónde está el mayor potencial de ahorro.
No obstante, si aumenta la inversión inicial y adquiere un compresor de alta eficiencia, puede obtener enormes ahorros de energía y hacer que sus operaciones sean menos vulnerables a los precios fluctuantes y altos de la energía.
¿Ha llegado el momento de sustituir su compresor de aire?
Las nuevas empresas que amplían su producción se enfrentan a una decisión relativamente fácil cuando tienen que adquirir un compresor. Seguramente habrá un modelo fiable, energéticamente eficiente y preparado para el futuro que satisfaga sus necesidades.
Sin embargo, las cosas son más complicadas cuando se trata de sustituir un compresor existente. Al fin y al cabo, la compra de un nuevo modelo constituye una inversión importante, pero algunas actualizaciones ofrecen tantas ventajas económicas que no realizar el cambio acaba resultando mucho más caro.
Por lo tanto, ¿cómo podemos saber si una actualización favorecerá a la producción y a los beneficios? Estas son algunas cosas que tener en cuenta:
1. ¿Cuántos años tiene el compresor actual y de qué tipo es?
De media, Atlas Copco mejora la eficiencia energética de sus compresores un 1 % al año. No parece mucho,
pero si tenemos en cuenta que los costes de energía representan el mayor porcentaje del coste total de propiedad de un compresor, los ahorros obtenidos con un modelo nuevo aumentarán rápidamente. Y también lo hará la ineficacia de los compresores antiguos.
Además, si el compresor actual es un modelo de velocidad fija, el cambio a un compresor con accionamiento de velocidad variable (VSD) podría suponer un ahorro de energía mucho mayor, de hasta el 50 % de forma inmediata.
2. ¿Tiene su red de aire comprimido un controlador central?
Cuando la red de aire comprimido consta de varios compresores, un controlador central puede seleccionar el compresor más eficiente o una combinación de ellos.
Sin embargo, aunque un controlador central puede optimizar el rendimiento del sistema de aire comprimido, lo que no puede hacer es que los compresores antiguos sean inherentemente más eficientes.
Por otro lado, cuando se añade un compresor nuevo a la ''flota'', el controlador central ayuda a maximizar su eficiencia en beneficio de todo el sistema.
3. ¿Utiliza un sistema de monitorización remota?
Un sistema de monitorización remota permite al operador optimizar la red de aire comprimido desde prácticamente cualquier lugar. En este caso, un compresor moderno puede ofrecer ventajas de conectividad adicionales con respecto a un modelo antiguo.
Como regla general, cuanto más avanzado sea el compresor, más beneficioso será un controlador de última generación y un sistema de monitorización remota.
Por ejemplo, estas características no serán muy útiles si se utiliza un compresor de pistón pequeño para el inflado ocasional de neumáticos. Un compresor VSD, sin embargo, logrará ahorros adicionales cuando su funcionamiento se pueda controlar y ajustar a distancia en cualquier momento.
4. ¿Ha comprobado la normativa aplicable?
Los gobiernos de todo el mundo están endureciendo cada vez más las normas sobre emisiones y otras normativas medioambientales. Es posible que, en breve, los compresores antiguos dejen de cumplir estas normas.
Además, teniendo en cuenta el panorama normativo, conviene elegir modelos especialmente eficientes en términos energéticos a la hora de adquirir un compresor nuevo. De este modo, se asegurará de que cumplirán las normas medioambientales del país durante los próximos años.
5. ¿Puede optar a incentivos financieros?
Con el fin de cumplir sus objetivos climáticos, los países no solo obligan a las empresas a cumplir con normativas cada vez más estrictas, sino que también las incitan a hacerlo ofreciéndoles incentivos para que inviertan en tecnología ecológica.
Si está pensando en sustituir un compresor por otro más eficiente, compruebe si existe alguna subvención por adquirir uno ecológico.
6. ¿Se ha cerciorado de que la red existente no presenta deficiencias?
Existen muchas razones convincentes para adquirir un nuevo compresor de última generación. Antes de realizar esa inversión, debe asegurarse de que las deficiencias de su sistema de aire comprimido no se deban simplemente a problemas que se pueden solucionar.
Una forma de hacerlo es encargar una auditoría energética para analizar bien dónde están esas deficiencias.
Pero, si no desea gastarse el dinero en una auditoría de este tipo, puede hacer otras cosas acudiendo a un experto en aire comprimido, quien podría, por ejemplo, comprobar la red para detectar fugas costosas.
7. ¿Está optimizada su sala de compresores?
Una sala de compresores es algo más que el espacio en el que se encuentra el compresor. También determina el rendimiento del compresor y puede ayudar a aumentar la eficacia de la red de aire comprimido.
Por ejemplo, es importante asegurarse de que el aire de admisión esté lo más limpio posible. Los compresores generan mucho calor residual. Por lo tanto, debemos asegurarnos de que la sala de compresores esté bien ventilada o, todavía mejor, podemos instalar un sistema de recuperación de energía.
8. ¿Utiliza un sistema de recuperación de energía?
Si ya dispone de un sistema de recuperación de energía que convierta el calor residual producido en el proceso de compresión del aire en energía reutilizable,
deberá comprobar la compatibilidad que tendría un compresor nuevo. Si dicho sistema aún no forma parte de su red de aire comprimido, debería considerar la posibilidad de invertir en uno, ya que puede generar enormes ahorros de energía muy rápidamente.
Las respuestas a estas preguntas no solo le ayudarán a optimizar sus equipos actuales, sino que también le indicarán si ha llegado el momento de hacer una actualización. Si necesita más información, póngase en contacto con los expertos de Atlas Copco.