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¿Qué es un depósito de aire?

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Un depósito de aire, también llamado depósito de aire comprimido, es una parte de cualquier sistema de aire comprimido. Su objetivo principal es actuar como almacenamiento temporal para adaptar los picos de demanda del sistema y optimizar la eficiencia de funcionamiento de la planta. 

Función del depósito de aire

En teoría, la instalación de compresores de aire puede funcionar sin un depósito. Sin embargo, al no tener uno en su sistema de aire comprimido pueden aumentar los ciclos de carga y descarga del compresor, por lo que este tendría que trabajar más. Es importante recordar que los ciclos de carga/descarga dependerán de la fluctuación de la demanda dentro de su instalación.

 

Los depósitos de aire, también conocidos como recipientes o depósitos, desempeñan un papel crucial en un sistema neumático. Se utilizan para almacenar aire comprimido antes de que entre en el sistema de tuberías o en el equipo. En términos más simples, la función del depósito de aire es actuar como mecanismo de compensación entre el compresor y la fluctuación de la presión causada por los cambios en la demanda.

 

Algunos compresores de aire están "montados sobre depósito", lo que significa que vienen como un paquete y se montan en la parte superior del depósito de aire. Este tipo de configuración es muy recomendable en instalaciones donde el espacio es reducido. Tener un compresor montado sobre depósito puede ahorrar espacio y reducir los costes de instalación iniciales asociados a la puesta en marcha de un secador independiente. Esta configuración se observa más habitualmente en compresores de menor tamaño, normalmente con una potencia de hasta 26 kW o 35 CV. Los compresores de aire de mayor tamaño no son adecuados para las opciones montadas sobre depósito, ya que son muy pesados y podrían representar un riesgo para la seguridad.

 

La función de un depósito de aire en un sistema neumático es esencial para mantener la eficiencia y prolongar la vida útil del compresor, ya que reduce los ciclos excesivos y garantiza una presión de aire constante.

Depósito de aire frente a compresor de aire

Un compresor de aire y un depósito de aire tienen distintas funciones en un sistema de aire comprimido. El compresor de aire se encarga de generar aire comprimido presurizándolo, mientras que el depósito de aire se utiliza para almacenar el aire comprimido. El compresor suministra el aire presurizado al depósito, que actúa como mecanismo de compensación. Esta función de compensación ayuda a estabilizar las fluctuaciones de presión y mejora el rendimiento general y la eficiencia del sistema de aire comprimido.

Tipos de depósitos de aire

Hay varios tipos de depósitos de aire disponibles para satisfacer las necesidades específicas de cada aplicación. Entre los más comunes se encuentran los depósitos de aire húmedo y los depósitos de aire seco.

Los depósitos de aire húmedo se instalan entre el compresor y el secador de aire. Almacenan aire comprimido sin tratar y desempeñan un papel clave en la mejora del rendimiento del secador, ya que ayudan a eliminar la humedad antes de que el aire entre en el sistema. Este paso garantiza una mayor eficiencia en el proceso de secado.

 

Los depósitos de aire seco, por su parte, almacenan aire comprimido tratado y normalmente se colocan después del compresor y el secador de aire. Su función principal es mantener la integridad y la calidad del aire seco, lo que garantiza un rendimiento y una fiabilidad constantes del sistema.

¿Cómo dimensionar correctamente los depósitos de aire?

En artículos anteriores hemos tratado las mejores prácticas para "dimensionar un compresor de aire", ya que es importante un dimensionamiento adecuado para satisfacer la demanda que requiere su instalación. Cuando se trata de dimensionar un depósito de aire, una buena regla general es permitir 10-15 litros por cada litro/segundo de aire comprimido, según el tipo de compresor de aire utilizado y la aplicación. Al igual que para el dimensionamiento de un compresor de aire, se deben considerar diversos factores para determinar el tamaño correcto del depósito de aire para la instalación. Se recomienda encarecidamente tener en cuenta los siguientes factores:

 

  • Minimizar las fluctuaciones y caídas de presión: un depósito de aire se puede utilizar para minimizar las fluctuaciones de presión que podrían influir en el proceso de producción y en la calidad del producto final. Para seleccionar el depósito de aire adecuado para el compresor hay que tener en cuenta dos valores: la presión de salida del compresor y las necesidades de la aplicación en el punto de uso. Tenga en cuenta que el aire comprimido almacenado en el depósito de aire solo es útil en la medida en que su presión sea suficiente para el proceso que la utiliza. Por esta razón, es importante considerar el tiempo (en minutos) que el depósito de aire puede suministrar aire a la presión necesaria para el usuario final o equipo.

 

  • Satisfacer a corto plazo las demandas de aire máximas: si la demanda de aire comprimido cambia drásticamente a lo largo del día, es importante tener en cuenta los picos en la demanda para garantizar que la presión del sistema no caiga por debajo de un nivel aceptable. Un depósito de aire proporciona almacenamiento para satisfacer las demandas de aire máximas a corto plazo que el compresor no pueda abordar. En función de la hora del día, el cuadrante de turnos o incluso la demanda inusual (como el uso ocasional de un limpiador con chorro de arena o productos abrasivos, por ejemplo), pueden variar las necesidades de aire. Es importante comprender completamente la aplicación y la cantidad requerida de aire, así como los picos esperados del sistema, ya que determinan el caudal de aire comprimido necesario para evitar la escasez en cualquier parte del proceso.

 

  • Consideraciones energéticas: utilizar un depósito de aire puede ayudar a reducir el consumo de energía del sistema de aire comprimido al habilitar la carga/descarga (a velocidad fija) de los compresores para operar en un ciclo más largo y con bandas de presión más ajustadas. Tener un depósito del tamaño adecuado y más aire del necesario reducirá las posibilidades de que el compresor tenga que variar su funcionamiento para satisfacer la demanda creciente de caudal, lo que puede suponer un importante ahorro en el consumo de energía. Esto también evita las fluctuaciones de presión y los arranques frecuentes del motor, al tiempo que proporciona una presión constante y aumenta la vida útil del compresor.

 

  • Consideraciones de seguridad: si es necesario, un depósito de aire puede suministrar aire para que los procesos y sistemas de producción se apaguen de forma segura en una situación de emergencia.

Calculadora de dimensionamiento del depósito de aire

Preguntas más frecuentes:

¿Con qué frecuencia debo vaciar mi depósito de aire?

Depósito de aire

En los compresores sin secadores integrados o en sistemas sin secador, el depósito de aire puede acumular humedad. El aire comprimido húmedo y sin tratar puede provocar daños en el equipo, poner en peligro la calidad del producto y afectar igualmente al depósito de aire.

 

La condensación o el agua se acumulan en el depósito de aire y, si no se extraen, pueden generar corrosión, lo que supone una amenaza para la integridad del depósito de aire y puede provocar el deterioro prematuro del recipiente.

Se recomienda vaciar el depósito de aire al menos una vez al día o más a menudo si el compresor está funcionando a plena carga durante todo el día. Una forma sencilla de no olvidarse de hacerlo es invertir en un purgador de flotador, un purgador con temporizador o en un purgador electrónico. Para obtener los mejores resultados y garantizar que el sistema de aire comprimido sea idóneo para la aplicación, póngase en contacto con un profesional del aire comprimido para obtener más ayuda.

¿Qué presión debe tener el depósito de aire? ¿Es importante?

Tal vez haya oído que una mayor presión en el depósito de aire producirá más aire para el proceso y las herramientas, por lo que no necesitaría comprar un compresor más grande aunque aumentara la demanda con el paso del tiempo. Esta afirmación no es cierta, y la presión del depósito debe estar relacionada con la presión de salida del compresor.

 

La mayoría de los compresores estándar de accionamiento de velocidad fija y variable pueden suministrar aire comprimido a hasta 13 bar, pero la mayor parte de las instalaciones industriales funcionan entre 7-8 bar. La presión máxima del depósito de aire debe ajustarse en función de las necesidades de su instalación.

 

Por ejemplo, si el compresor de velocidad fija puede producir un máximo de 8 bar, el depósito de aire debe tener una presión mínima de 10 bar. La mayoría de los compresores de aire de accionamiento de velocidad variable (VSD) ofrecen hasta 12 bar, así que un depósito de aire de 14 bar sería el más adecuado en este tipo de sistema de aire comprimido.

 

Cada depósito de aire debe estar equipado con una válvula de escape, que está diseñada para liberar presión del depósito en caso de que se alcance la presión máxima permitida en el interior del recipiente.

 

Es importante recordar que una mayor presión no equivale a más caudal (l/s), sino al contrario, ya que si elevamos la presión, disminuye el caudal. Es muy importante entender los ajustes de presión máxima y mínima de las máquinas que utilizan aire comprimido y, si es posible, usar reguladores de presión fuera del depósito de aire o en el punto de uso.

 

Una buena regla general para recordar es que 1 bar es equivalente al 7 % de la energía, lo que significa que debemos mantener la presión del sistema según las necesidades de la instalación para fomentar un mayor ahorro de energía.

¿Un depósito de aire casero?

Aunque algunas personas podrían verse tentadas a hacer bricolaje para construir su propio depósito de aire, no es un artículo que deba construir uno mismo. Debido al riesgo potencial para la seguridad y las normativas legales, los depósitos de aire siempre deben comprarse a un fabricante de compresores de aire de confianza o a un constructor profesional de recipientes presurizados. Lo mejor es recabar el asesoramiento de su experto local en aire comprimido para obtener una solución adecuada para sus necesidades.

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