Estándares de aire comprimido para la industria alimentaria
No hay ninguna otra industria en la que se mueva más material utilizando el transporte neumático que en el sector de la alimentación y las bebidas. Desde el azúcar y la harina hasta los cereales y muchos otros productos, cada día se transportan millones de toneladas de alimentos por todo el mundo.
Esto plantea dos retos principales para las empresas del sector de la alimentación y las bebidas. En primer lugar, necesitan tener acceso a un suministro fiable y de gran volumen de aire comprimido. Y, del mismo modo, tienen que cumplir las estrictas normas de aire comprimido de la industria alimentaria.
Transporte seguro de mercancías destinadas al consumo humano
Cuando las mercancías se transportan neumáticamente, entran en contacto directo con el aire comprimido que se utiliza para transportarlas. Como resultado, cualquier contaminante contenido en ese aire podría entrar en este material y, en última instancia, en el producto final.
Quizá no suponga un gran problema si hay un poco de aceite o unas pocas partículas en el hormigón utilizado para pavimentar una carretera. Sin embargo, es algo muy distinto cuando se transportan materiales que acaban en productos destinados al consumo humano.
Las consecuencias de una contaminación de este tipo pueden ser a menudo devastadoras y costosas: desde la pérdida de lotes de producción completos hasta la retirada de productos del mercado o demandas judiciales.
Afortunadamente, existen muchas opciones y productos de tratamiento del aire que evitan estos problemas y ayudan a los productores de alimentos y bebidas a cumplir las normas de aire comprimido para la industria alimentaria.
A continuación, encontrará información sobre las normas de seguridad alimentaria y de calidad del aire comprimido vigentes y sobre cómo mantener su sistema de transporte neumático y sus productos finales a salvo de contaminantes nocivos.
ISO 22000
La norma ISO 22000 es una de las normas internacionales de seguridad alimentaria más importantes. Se aplica a cualquier organización que participe directa o indirectamente en la producción de alimentos. No incluye a los productores primarios, como explotaciones agrícolas, pero sí a los procesadores de alimentos y a los fabricantes de alimentos envasados o enlatados.
Esta norma ayuda a todas estas organizaciones a identificar posibles peligros para la seguridad alimentaria y a controlarlos. Por lo tanto, desempeña un papel clave en garantizar la calidad y la transparencia en instalaciones de procesamiento y producción de alimentos (como plantas de alimentación), es decir, las operaciones que utilizan transporte neumático. También ayuda a las empresas y a los consumidores a mantener la confianza en la cadena de suministro de alimentos y permite que los productos crucen las fronteras con mayor facilidad.
Por consiguiente, los clientes de las empresas que cumplen esta norma voluntaria pueden estar seguros de que los productos que consumen son seguros.
ISO 8573-1
También está la norma ISO 8573-1, que es quizás el recurso más importante para las empresas que desean utilizar equipos y procesos óptimos de tratamiento del aire comprimido.
Ayuda a las empresas a comprender el grado de limpieza de su aire definiendo cuántos contaminantes (la norma ISO 8573-1 se divide en partículas sólidas, agua y aceite) puede contener el aire comprimido después del tratamiento en un punto específico del sistema.
La norma ISO 8573-1 se divide en siete clases de calidad del aire. Cuanto más baja sea la clase, más limpio será el aire. Todas estas clases, excepto una, tienen umbrales específicamente definidos. Para las clases superiores, estos son fáciles de cumplir. Para las clases inferiores, es decir, las normas de aire comprimido para la industria alimentaria, cumplir los requisitos supone todo un reto.
La clase ISO 8573-1 más importante para la industria alimentaria es la Clase 0, que es la única clase sin niveles de contaminación definidos. Sin embargo, esto no significa que el aire de Clase 0 tenga que estar totalmente libre de contaminantes. El usuario y el proveedor del equipo de tratamiento de aire correspondiente fijan los niveles de contaminantes permitidos. En cualquier caso, los límites de la Clase 0 deben ser inferiores a los de la Clase 1.
Las ventajas de los equipos exentos de aceite
Una de las formas en que las empresas del sector de alimentos y bebidas pueden reducir el riesgo de contaminación del aire comprimido (y cumplir los requisitos de la Clase 0 en términos de contaminación por aceite) es utilizar nuestro equipo de aire comprimido exento de aceite. Así se garantiza que ningún aceite que se haya empleado como lubricante pueda entrar en el flujo de aire y contaminar los alimentos transportados neumáticamente.
Además, el uso de un compresor exento de aceite también elimina la necesidad de un filtro de extracción de aceite.
Por otro lado, los secadores y los diferentes tipos de filtros le permitirán reducir la humedad y las partículas a un nivel seguro para garantizar que pueda cumplir incluso las normas de aire comprimido más estrictas de la industria alimentaria.
