Historia de sueño cumplido

Ariel Rubinstein siguió su pasión y les puso alas a sus sueños. En Atlas Copco cada empleado puede hacerlo, se trata de decidirnos a volar proyectando y conduciendo nuestra carrera.

Atlas Copco ha sido el punto de partida en mi carrera profesional, incluso ha generado un estilo de vida diferente para mí y mi familia.

Solo un año después de graduarme en la carrera de Ingeniería Industrial, en el 2003, me uní al Grupo Atlas Copco y fue entonces donde comenzó un viaje súper entretenido, motivador y desafiante a la vez.

Haber sido parte del Grupo por más de una década me brindó un sinfín de experiencias profesionales y de vida también. He conocido mucha gente de diversos países, orígenes y creencias. Creo que ahí reside la mayor riqueza de esta travesía.

Además, he tenido la oportunidad de aprender mucho del negocio y desarrollar distintas habilidades de gestión y comunicación para afrontar nuevos desafíos y tomar las oportunidades que se presentan.

En el 2019 llegó la posibilidad de vivir una experiencia en Canadá que significó un importante aprendizaje para toda la familia en cuanto a adaptación a un nuevo estilo de vida y una cultura diferente.

Desde el primer momento se nos presentaron muchos y variados desafíos. Comenzando con comunicarles a nuestras familias la decisión de expatriarme, llevar a cabo el proceso de cambio de colegio para nuestro hijo Franco, acompañar en su mudanza a nuestra hija Florencia que decidió permanecer en Argentina, hasta la necesidad de organizar nuestra casa y pertenencias, despedirnos de nuestros amigos, entre tantas otras cosas.

En fin, es un desafío enorme, aunque como todo cambio, los frutos también suelen ser grandes.

El aprendizaje es muy enriquecedor. Partiendo de la idea de que en Montreal se habla en inglés y francés y, por lo tanto, los tres debíamos aprender rápido a comunicarnos.

Compartimos experiencias con gente de otros países y culturas distintas y al finalizar cada día algo nuevo habíamos aprendido.

En el trabajo, la situación es algo diferente. A pesar de utilizar un idioma distinto al nativo o de venir otro sitio, se respira la cultura Atlas Copco y esto, a veces, hace las cosas un poquito más sencillas en términos de comunicación.

En lo que respecta al negocio, Atlas Copco Canada es una compañía en crecimiento con importantes oportunidades de expansión y desarrollo en varias áreas. Dicho esto, el desafío es grande, divertido y enriquecedor.

Mariela, mi esposa, ha sabido aprovechar el tiempo descubriendo una ciudad muy bonita e interesante, haciendo nuevos amigos. Nuestro hijo, Franco, está muy contento en el colegio y ha madurado mucho desde su llegada a Canadá. 

Como conclusión, creo vivir y trabajar en el exterior es un buen ejemplo de hacer que las cosas sucedan y poner a prueba nuestros conocimientos sobre la vida y nuestras emociones, y a la vez continuar creciendo en lo personal y también en lo colectivo.

En Atlas Copco el colaborador está en el asiento del conductor y a cargo de su propio desarrollo profesional. No hay una trayectoria profesional establecida. Ya sea que desee cambiar de trayectoria en su carrera, convertirse en un especialista o en un gerente, Atlas Copco tiene un camino abierto para todos ellos. Los líderes lo asesorarán y apoyarán en el camino.