Equipos de comprobación de la calidad del aire comprimido

Durante mucho tiempo, medir la humedad resultaba una tarea difícil y, si utiliza un secador de aire comprimido muy antiguo, lo más probable es que no esté equipado con un sensor de contenido de humedad preciso.

Una opción muy económica es un indicador de humedad, que se puede instalar en cualquier punto del sistema a continuación del secador de aire (hasta el punto de uso). Si el color cambia de azul a rosa significa que el nivel de humedad está aumentando. Es importante tener en cuenta que se trata solo de una indicación y no de una medición precisa. 

En el otro extremo del espectro en términos de costes está la tecnología de espejo frío, que es también la más precisa, pero muy sensible. Con este sistema se utiliza un espejo frío y un mecanismo optoelectrónico para detectar la condensación en la superficie del espejo. 

Estos dispositivos no solo son caros, sino que también requieren una limpieza frecuente, un operador cualificado y una calibración periódica para mantener su alto nivel de precisión. Por lo tanto, no se utilizan para hacer mediciones continuas de la humedad y, además, están perdiendo popularidad debido a que dificultan las auditorías.  

Existen varias tecnologías para medir el contenido de aceite del aire comprimido y asegurarse de que cumple las normas de calidad del aire pertinentes. 

La última tecnología que podemos utilizar es la cromatografía de gases, un proceso que se suele emplear en química analítica para comprobar la pureza de una determinada sustancia, como el aire comprimido en este caso. Es el único método que podemos utilizar para garantizar el cumplimiento de los requisitos de calidad del aire más estrictos. 

Las partículas se cuentan ópticamente, por ejemplo, con un láser. Este láser controla una muestra del aire. Sin embargo, es muy importante obtener la muestra correcta, sobre todo si se requiere una calidad del aire muy alta (ISO 8573-1, Clase 1).