Existen tantos tipos de compresores de aire. ¿Cuál es la diferencia?

Los compresores de desplazamiento positivo tienen una cavidad que permite la entrada de un volumen de gas a presión atmosférica. A continuación, esta cámara se hace más pequeña, disminuyendo el volumen y, al mismo tiempo, aumentando la presión del gas. Por ejemplo, en los compresores de pistón, un pistón se desplaza hacia arriba en el cilindro, reduciendo el espacio superior, lo que significa que el aire tiene que aumentar su presión para poder caber en la cavidad más pequeña.

Los compresores de pistón pueden incorporar varias etapas de compresión para alcanzar la presión deseada, lo que los hace especialmente adecuados para aplicaciones de alta presión. Están disponibles con diseños especiales tanto lubricados como exentos de aceite y son capaces de comprimir gases distintos del aire.

En un compresor de doble rotor (de tornillo o de dientes), el aire queda atrapado y sellado (normalmente con aceite, pero a veces con agua, revestimientos especiales de teflón o tolerancias extremadamente pequeñas) entre los perfiles macho y hembra del rotor. A medida que los rotores giran y se engranan, el aire es empujado a lo largo de los rotores hacia un espacio cada vez más pequeño y, una vez más, la presión aumentará para permitir que el volumen dado de aire quepa en las cavidades de la cámara de compresión.

Existen varios tipos de compresores monorotor: de paletas, de anillo líquido y scroll. Atlas Copco ofrece principalmente compresores scroll SF en esta categoría. Sin embargo, algunas de nuestras bombas de vacío también utilizan esta tecnología... pero a la inversa. En un compresor scroll, un único rotor en forma de espiral oscila contra una espiral fija similar y, a medida que estas espirales se mueven una contra otra, la cavidad que atrapa el aire entre ellas se reduce progresivamente. Esta disminución de volumen obliga al volumen fijo de aire de admisión a aumentar de presión.

Éstos son un poco más emocionantes: ¡piense en el reino de los turbos y los reactores! En el sector del aire comprimido, es poco probable que encuentre demasiados compresores axiales o eyectores, ya que suelen utilizarse para vuelos propulsados. Sin embargo, los compresores dinámicos radiales sí que nos interesan y se denominan más comúnmente compresores centrífugos o turbocompresores. En un compresor dinámico, el aumento de presión se consigue acelerando el gas mediante un impulsor y, a continuación, frenando el aire en movimiento rápido en un difusor y una voluta para transferir la energía cinética en presión. Los compresores centrífugos o turbo suelen utilizarse en aplicaciones químicas y petroquímicas, generación de energía, gases industriales, plantas de fabricación de acero o vidrio e incluso plantas de fertilizantes; de hecho, en cualquier lugar que necesite grandes volúmenes de aire.

Algunas soluciones disponibles para el aire exento de aceite utilizan un compresor con inyección de aceite y bancos de filtros, pero no se puede garantizar al 100% que esté exento de aceite. Si su proceso no tolera ningún tipo de aceite en contacto con el producto, un compresor exento de aceite es la única forma de garantizar que no haya ninguna posibilidad de contaminación por aceite. En pocas palabras, un compresor exento de aceite garantiza que no pueda entrar aceite ni grasa en la zona de compresión del compresor. El método de compresión será de naturaleza similar, pero el compresor exento de aceite está diseñado para utilizar métodos alternativos de sellado que garanticen que el aceite no pueda entrar en el espacio de compresión.

Hemos oído hablar de ello, pero ¿por qué la tecnología de accionamiento de velocidad variable (VSD) ahorra energía en comparación con la velocidad fija? En pocas palabras, la clave está en el nombre. Los compresores de velocidad fija funcionan a una velocidad fija y son muy eficientes cuando funcionan a plena carga el 100% del tiempo, cuando el motor está en marcha y se produce aire comprimido. La ineficacia se produce cuando la unidad se descarga y (deja de producir aire). Aunque al final el compresor se para, pasa parte del tiempo girando el motor y consumiendo energía mientras que en realidad no produce nada y, por lo tanto, desperdicia energía. Un VSD o, para ser precisos, un variador de velocidad, hace girar el motor en función de la cantidad de aire necesaria: si la demanda aumenta, el motor se acelera; si la demanda disminuye, el motor se ralentiza, y sólo utiliza la energía necesaria para producir el aire requerido, por lo que no se desperdicia energía. De hecho, un VSD puede reducir el consumo de energía hasta un 35% o incluso un 50%, dependiendo de la tecnología VSD. Por lo tanto, merece la pena realizar una auditoría del uso del aire para comprobar si tu consumo de energía podría reducirse utilizando un compresor VSD. Consulta una comparación más detallada de la tecnología de aire comprimido de velocidad fija frente a la de velocidad variable.