La Cena de Nochevieja

¿Quién no va a disfrutar este último de día del año de una buena copa de vino? El nitrógeno es un elemento fundamental en la industria del vino evitando el deterioro de su calidad, tanto física como microbiológica, durante los procesos de elaboración, envasado o conservación.

Seguramente en la cena de fin de año, abriremos algún tarro de cristal para poner su contenido en algún plato en nuestra mesa. El oxígeno, al ser altamente reactivo, se utiliza para apoyar la combustión del oxi-fuel, mejorando la combustión y proporcionando un mejor control y una mayor eficiencia de los hornos donde se fabrica el vidrio, además de reducir emisiones de efecto invernadero.

Esta Nochevieja seguro que disfrutaremos de infinidad de manjares, algunos de ellos habrán venido envasados en atmósferas modificadas, donde el nitrógeno tiene un papel fundamental, ya que elimina el oxígeno de los envases y reduce el deterioro de los alimentos, manteniéndoles frescos para su consumo.

Tal vez estemos preparados para coger un avión e ir a cenar con nuestros familiares. El uso del nitrógeno en el inflado de neumáticos va a eliminar el riesgo de explosión. Los neumáticos al moverse a gran velocidad y soportar cargas pesadas se calientan en exceso, el caucho se descompone y libera vapores inflamables dentro del neumático. Al limitar el contenido de oxígeno eliminamos el riesgo de explosión.

Y será una noche en la que enviaremos y recibiremos en nuestros teléfonos móviles cientos de mensajes de felicitación y buenos deseos para el nuevo año que comienza, donde el nitrógeno también habrá jugado un papel importante. La combinación del oxígeno presente en el aire y el calor al que son sometidos los metales de la soldadura de los componentes electrónicos crean una atmósfera en la que la oxidación es inevitable. Con el uso del nitrógeno, desplazamos el oxígeno alrededor de la soldadura y evitamos la corrosión.