Los costos reales de su sistema de tratamiento de aguas residuales por aireación
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Cuando se compra cualquier producto que consume electricidad, lo que se paga en la tienda no representa el coste total de propiedad. Esto es especialmente cierto cuando se trata de los costos de su sistema de tratamiento de aguas residuales y, en particular, de los soplantes que deben instalarse en el mismo. Para ilustrar esto, consideremos primero todos los gastos que hay que tener en cuenta.
El costo total de propiedad
El mayor costo de un sistema de tratamiento de aguas residuales por aireación son los soplantes que suministran el aire de aireación. Aunque la palabra costo suele hacer referencia a la compra en sí, hay muchos más factores que forman parte del costo total de propiedad de una instalación de soplantes:
En primer lugar, están los gastos de capital, es decir, lo que se gasta en el soplante en sí. Hay muchas opciones. Las tecnologías tradicionales, como los soplantes de lóbulos, suelen ser más económicos.
Al instalar una unidad, es posible que se encuentre con algunos costos inesperados. No todos los fabricantes de soplantes ofrecen un paquete completo. A veces hay que comprar elementos por separado como los filtros de entrada, los compensadores de salida, los silenciadores y los convertidores de frecuencia.
Además de la falta de piezas, también podría tener problemas de espacio. Es posible que el nuevo equipo no quepe en la sala de su soplante actual. Optar por una cubierta exterior o ampliar la sala de su soplante actual suelen ser las únicas opciones. Una solución "plug and play" es la forma más sencilla de asegurarse de que todas las piezas necesarias para el funcionamiento estén incluidas en la oferta y las dimensiones descritas en la misma.
Además, la programación de un PLC, un VSD externo y un sistema SCADA para la conexión con las nuevas unidades aumenta aún más el presupuesto de instalación.
Los soplantes de aireación son responsables del 80 % del consumo energético de una planta de tratamiento de aguas residuales. Al ser una parte tan importante de todo el dinero que se va a gastar, es importante no pasar por alto la eficiencia energética de la unidad.
La eficiencia energética de una unidad va de la mano de su sustentabilidad. La reducción de la huella de carbono no solo es beneficiosa para el medioambiente, sino que además es una exigencia cada vez mayor de las normativas gubernamentales. Por eso deben tenerse en cuenta las emisiones al tomar la decisión.
A continuación le ofrecemos es un ejemplo: Una planta de tratamiento de aguas residuales cuenta con tres soplantes de lóbulos de 200 kW. Todos ellos funcionan continuamente a carga máxima. Si se sustituyeran por tres turbosoplantes con rodamientos magnéticos de 140 kW, se podrían ahorrar unas 900 toneladas de CO2 al año. Esto equivale a plantar 40.000 árboles.
Conservar la unidad en perfectas condiciones requiere un mantenimiento regular. Al igual que invertir en eficiencia energética, invertir en mantenimiento dará sus frutos en el futuro. Una estimación de los intervalos de mantenimiento de ciertos componentes le dará una idea de cuánto servicio necesitarán sus unidades.
Sin embargo, el equipo de control y supervisión integrado de cada unidad puede ayudarle a programar el mantenimiento en el momento adecuado. Un acuerdo de mantenimiento le ayudará a gestionar mejor los costes de servicio por adelantado.
Fiabilidad: su seguro para el futuro
Además, hay un factor más que no se puede monetizar, pero que tampoco puede pasarse por alto: la tranquilidad, porque cuando algo sale mal en una instalación de tratamiento de agua, las consecuencias pueden ser devastadoras, además de muy caras. En el caso de los centros de tratamiento de aguas residuales industriales, se pueden incluir paradas y sanciones gubernamentales si el agua no se trata de acuerdo con las especificaciones.
En los casos menos graves, podría significar tener que encontrar rápidamente soplantes de alquiler. Aunque suelen estar disponibles en 24 horas, son solo una solución a corto plazo debido a su coste.
Este es el tipo de costo que muchas personas pasan por alto a la hora de tomar la decisión inicial de compra. Puede que pague un poco más por la fiabilidad el día en que compre el nuevo equipo de aire comprimido. Sin embargo, dado que la instalación de su soplante es la columna vertebral de su sistema de aireación, llegará un día en que se alegrará de haberlo hecho.
Teniendo en cuenta todos estos factores, tiene que tomar una decisión a la hora de invertir en un nuevo soplante: mantener los gastos de capital lo más bajos posible ahora o reducir los costos operativos en el futuro.
¿Qué importancia tienen para usted los gastos de capital?
La primera pregunta que debe hacerse es: ¿cuál sería el tiempo de funcionamiento de mis soplantes? Si busca un sustituto para su sistema de lavado a contracorriente del filtro, es probable que se trate de una instalación que solo funciona durante ciertas horas del día. El escaso número de horas de funcionamiento podría hacerle decantarse por una solución que requiera una menor inversión de capital inicial. Si está pensando en sustituir la instalación para sus aplicaciones de aireación, es probable que sus soplantes funcionen las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Con una cantidad tan elevada de horas de funcionamiento, también deberá tener en cuenta los costes operativos.
Para elegir el modelo adecuado para usted, veamos primero un ejemplo de la vida real en el que se ilustran todos los costes que debe tener en cuenta.
Supongamos que gestiona una pequeña instalación de tratamiento de aguas residuales con capacidad para 30.000 personas. Ha instalado dos soplantes de 37 kW y otro está en modo de espera. Supongamos que funcionan 6000 horas al año, lo que significa que su consumo total de energía es de 440.000 kWh. Suponiendo un costo energético de 0,1 €/kWh, esto supone un total anual de 44.000 €,
A no ser que quiera reducir los costos al hacer la inversión inicial y decida optar por una soplante que no sea eficiente. En ese caso, sus costos energéticos podrían ser un 30% más elevados. Esto supone 13.000 € más al año solo en electricidad. Suponiendo que utilice los soplantes durante 10-15 años, los costos de funcionamiento ascenderán a 200.000 € más.