Tendencias relacionadas con el tratamiento de aguas residuales para una planta más eficiente
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La eficiencia es el aspecto más importante para las plantas de tratamiento de aguas residuales modernas. Lamentablemente, muchas instalaciones se construyeron hace décadas y su funcionamiento es cada vez más caro. Por lo tanto, es posible que esté buscando una forma de actualizar su planta de tratamiento de aguas residuales para que cumpla con las normativas más recientes. El cambio a tecnologías más recientes, como la aireación de burbuja, podría ayudarle a reducir los costos operativos.
La importancia de un sistema de aireación eficiente
Veamos brevemente por qué la eficiencia es mucho más importante ahora. Por un lado, tiene sentido comercial consumir la menor cantidad de energía posible y mantener los costes bajos. Esto es especialmente cierto en tiempos en los que el precio de la energía es elevado y el suministro es inestable. Por otro lado, los gobiernos exigen cada vez más eficiencia y que todas las empresas pongan de su parte para ayudar a reducir las emisiones de carbono.
Sin embargo, la eficiencia nunca puede ir en detrimento de la fiabilidad. La aireación es algo demasiado importante para las instalaciones de aguas residuales.
La diferencia entre aireación de superficie y aireación de burbuja
Tal y como se ha señalado anteriormente, muchas plantas de tratamiento de aguas residuales se construyeron en el siglo pasado, por lo que es necesario actualizarlas. En algunos casos, puede que para esta modernización no sea necesaria una gran inversión. En otros, puede que sea necesario un mayor gasto inicial para cumplir los estándares de eficiencia actuales.
En las décadas de 1970, 80 y 90, la energía parecía estar disponible de forma ilimitada y a bajo coste. Por eso muchas plantas de tratamiento de aguas residuales utilizan un sistema de aireación mecánica. Era una solución rentable en aquel entonces, pero no eficiente: la transferencia de oxígeno al agua es muy limitada. Con el aumento del coste de la energía, cada vez más operadores de tratamiento de aguas residuales han recurrido a otra tecnología: la aireación de burbuja (fina). La inyección directa de aire/oxígeno en el tanque de agua es una manera mucho más rentable de llevar el aire donde se necesita.
La instalación de un sistema de aireación de burbuja fina requiere una gran inversión, pero elegir un sistema que funcione con oxígeno disuelto es rentable a largo plazo. Si opta por una instalación de soplantes de bajo consumo, podrá reducir aún más sus costes operativos.
Plantas de tratamiento de aguas residuales 4.0
Otra excelente forma de reducir los costes operativos es aprovechar todas las ventajas que ofrece la Industria 4.0. Con cada vez más mediciones y parámetros incluidos en el control, el funcionamiento e incluso el diseño de la planta de aguas residuales, tiene sentido aprovechar al máximo la interconectividad de las diferentes fuentes y sistemas.
Cuanto mayor sea la calidad de los datos, mejores decisiones podrá tomar sobre el funcionamiento de la planta. Por ejemplo, los sensores aguas arriba pueden ayudar a determinar las necesidades de aireación de una planta. Muchos sistemas ya tienen en cuenta la hora del día, la cantidad de precipitaciones prevista, etc. Disponer de este tipo de datos puede parecerle una obviedad,
Sin embargo, incluso su sistema de aire comprimido puede ayudarlo a realizar el trabajo de forma más eficiente. Existen muchas tecnologías de control y supervisión remota disponibles actualmente, tanto en forma de unidades individuales como de instalación completa. Todas estas tecnologías pueden conectarse a su sistema SCADA, simplificando el proceso de toma de decisiones y optimizando el funcionamiento.
Aprovechar la producción de biogás y la recuperación de calor
Tanto si se utiliza el biogás producido in situ como si se inyecta en el sistema, el aire comprimido juega un papel importante. Las soplantes y los compresores de biogás son soluciones eficaces para eliminar los gases no deseados y comprimirlos para volverlos a inyectar en la red.
Pero incluso los equipos de aire comprimido más eficientes utilizan energía y, en el proceso, generan calor. Con una unidad de recuperación de energía, el calor producido puede utilizarse en otro lugar, por ejemplo, para calentar edificios. Después de todo, una explotación eficiente de aguas residuales no deja que nada se desperdicie.