¿Cómo afecta la filtración del vino al color del vino?

La vinificación requiere filtración por procesos para eliminar partículas y microorganismos que podrían comprometer la claridad, estabilidad y calidad del vino. Las especificaciones de filtración, especialmente el tamaño de poro de los filtros, desempeñan un papel importante en la determinación del aspecto final y el perfil sensorial del vino.

El color del vino es más que un simple placer visual; es una historia del viaje de la uva, la artesanía del enólogo y la complejidad química que se desarrolla durante el proceso de elaboración del vino. El color del vino puede ser un indicador de su identidad, edad y calidad. La ciencia del color del vino gira en torno a los compuestos fenólicos, como las antocianinas de los vinos tintos, que son responsables de los vibrantes tonos rojo, azul y morado, y los flavonoides de los vinos blancos, contribuyendo a sus tonos más claros.

Aunque la filtración es esencial para eliminar las partículas no deseadas, su impacto en el color del vino es generalmente menos pronunciado que el del refinado. El refinado es otro proceso crítico destinado a mejorar la claridad y el atractivo sensorial del vino mediante la adición de sustancias que se unen y precipitan partículas en suspensión, incluidas proteínas, tartratos y fenoles. Sin embargo, el refinado excesivo puede alterar significativamente el carácter de un vino, eliminando no solo el color sino también la sensación en boca, el aroma y el sabor. El arte del refinado consiste en eliminar la cantidad suficiente de estos compuestos para lograr la claridad deseada sin disminuir el color vibrante del vino o sus ricos sabores. Además, la eliminación excesiva de taninos en los vinos tintos durante el proceso de refinado puede afectar negativamente a su potencial de envejecimiento.

• Filtración del vino blanco: una práctica común es filtrar los vinos blancos con un tamaño de poro de 0,45 μm. Este nivel de filtración proporciona un equilibrio, lo que garantiza la claridad y tiene un impacto mínimo en el color del vino y en los atributos sensoriales generales.

   

• Filtración de vino tinto y aromático: para vinos tintos y aromáticos importantes, se prefiere un tamaño de poro ligeramente mayor que oscile entre 0,65 y 0,8 μm. Esta consideración ayuda a conservar el sólido color del vino y la complejidad aromática, que son fundamentales para su carácter.

En Atlas Copco nos mantenemos a la vanguardia de la tecnología de filtración de líquidos, sabiendo que el filtro adecuado puede marcar la diferencia a la hora de conservar la esencia del vino. Nuestros filtros de proceso líquidos, incluidos los fabricados con poliéter sulfona y PVDF, están diseñados para satisfacer las necesidades específicas de los vinicultores que buscan mantener el color y la complejidad de sus vinos.

La selección del filtro adecuado depende del tipo de vino, su fase en el proceso de producción y el resultado deseado en términos de claridad y retención del color. Nuestro equipo de expertos está disponible para guiar a los vinicultores a través de este proceso de selección, garantizando que el sistema de filtración se ajuste a sus objetivos y estándares de producción. Al comprender el sutil equilibrio entre la filtración, el color del vino y el carácter, los vinicultores pueden tomar decisiones informadas que mejoran la belleza y el disfrute inherentes del vino.