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Tratamiento de aire y gas

Causas de la contaminación de los compresores que se suelen pasar por alto

Microorganismos: los contaminantes del aire comprimido que se suelen pasar por alto

De los tres tipos de contaminación del aire comprimido –aceite, partículas y humedad– esta última suele pasarse por alto. A fin de cuentas, "es solo agua, ¿qué problema puede haber?". Pues muchos, en realidad, ya que obviar los posibles daños que la humedad puede ocasionar en el sistema de aire comprimido y sus productos finales es un error que puede resultar extremadamente costoso. 

En primer lugar, es importante recordar que la humedad es el tipo más frecuente de contaminación del aire comprimido. Uno de los principales motivos es porque en el proceso de compresión se genera mucha humedad. Cuando el aire ambiente se comprime en un espacio mucho más pequeño, la humedad que contiene se acumula. Como consecuencia, un compresor grande puede producir varios litros de agua por hora.  

microorganismos en el aire comprimido

Esta humedad representa una doble amenaza como fuente de contaminación del aire comprimido:

  • El problema más obvio es que puede provocar corrosión, cuya aparición puede dañar los equipos de aire comprimido, acortar los intervalos de mantenimiento y dar lugar a costosos tiempos de inactividad. Sin embargo, el riesgo “oculto” puede ser aún más grave:
  • El aire sin tratar que contiene humedad puede provocar la proliferación de microorganismos como hongos, moho y bacterias. De hecho, los microorganismos prosperan sin problemas en las condiciones ambientales de los sistemas de aire comprimido: calor y humedad.

    Se trata de un problema serio... porque estos microorganismos no solo afectan al sistema de aire comprimido, sino también a los productos finales. Esto es especialmente cierto en las industrias que producen bienes perecederos o productos de consumo, como el sector de la alimentación y las bebidas, el médico y el farmacéutico. Aquí, la presencia de hongos, moho o bacterias puede perjudicar gravemente a los clientes, a su reputación y a sus resultados financieros.

Lucha contra las fuentes de contaminación en el aire comprimido

Afortunadamente, hay algo que podemos hacer para evitar este tipo de contaminación del aire comprimido. Se trata de una solución que es sencilla y complicada a la vez: debemos privar a los microorganismos del calor y la humedad que necesitan para crecer creando un entorno más seco y frío. 

Existen diferentes estrategias que puede y debe seguir para proteger su sistema de aire comprimido y sus productos finales por igual. 

Reducir la humedad

El primer objetivo debe ser reducir la humedad donde se pueda, y lo ideal es empezar por el aire ambiente. Si es posible, debe intentar instalar el compresor de aire en un entorno fresco y seco. 

Comprobar si hay fugas

Después debe comprobar periódicamente si el sistema presenta fugas, una tarea que debe hacerse en cualquier caso. Las fugas no solo consumen energía –y, por lo tanto, aumentan innecesariamente los costes operativos–, sino que también son una puerta de entrada para los microorganismos. 

Comprobación del aire comprimido

Otro aspecto importante de la protección de los equipos y productos es comprobar periódicamente el aire comprimido. Así podrá detectar la presencia de microorganismos y tomar las medidas adecuadas a tiempo, antes de que los problemas se descontrolen. 

Seleccionar el equipo de tratamiento del aire adecuado

Sin embargo, lo más importante que puede hacer para proteger su sistema de la contaminación del aire comprimido es invertir en un equipo de tratamiento del aire adecuado.

Son varias las tecnologías disponibles que evitan que la humedad entre en los sistemas, como secadores y refrigeradores posteriores.

  • Secadores de aire
    Como indica su propio nombre, los secadores secan el aire eliminando el agua que contiene. En algunos casos ya van integrados en los compresores, mientras que, en otros, se añaden como productos independientes. En función de su aplicación y sus requisitos de pureza, puede elegir entre un secador frigorífico o un secador de adsorción. Este último es especialmente eficaz para eliminar la humedad y obtener un aire muy seco. 
  • Refrigeradores posteriores
    Los refrigeradores posteriores se instalan directamente después del compresor y eliminan la condensación del sistema antes de que pueda favorecer el crecimiento de microorganismos.  
  • Filtros de aire
    Por último, también puede y debe utilizar filtros en diversos puntos del sistema. Los filtros son una herramienta eficaz para combatir los diferentes tipos de contaminación del aire comprimido y cumplir sus objetivos de calidad y pureza del aire. 

Sin embargo, los propios filtros también pueden ser entornos ideales para la proliferación de microorganismos si no se sustituyen de forma regular, por lo que debe diseñar un plan para hacerlo.

 

Ofrecemos todos estos productos para el tratamiento del aire, entre otros muchos, y estamos preparados para ayudarle con cualquier pregunta que tenga sobre cómo evitar la humedad en su sistema, protegerlo de microorganismos y recomendarle las tecnologías y los métodos más adecuados para sus necesidades.