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Normas medioambientales

Normativas medioambientales que deben seguir las empresas

Adoptar la opción ecológica o quedarse atrás

Prácticamente todos los países han reconocido la amenaza que representa el calentamiento del planeta para las generaciones futuras. Por ello, cada vez son más los que están tomando medidas para reducir las emisiones y ralentizar el calentamiento global.  

Entre esas medidas se incluyen compensaciones por iniciativas positivas, como los incentivos por invertir en equipos de eficiencia energética, pero también está la aplicación de unas normas medioambientales más estrictas y la prohibición de productos ineficientes.   

Normas medioambientales que afectan al sector industrial en la UE

Dado que los procesos de producción industrial pueden desempeñar un papel importante en la reducción de las emisiones y en el aumento de la eficiencia energética, la UE ha establecido una serie de normas medioambientales.

La Directiva sobre emisiones industriales es su principal herramienta para regular las emisiones de contaminantes procedentes de plantas industriales. Requiere que estas instalaciones –unas 50 000 en toda la UE– operen de acuerdo con un permiso que demuestre su compromiso con la reducción de las emisiones, por ejemplo, aplicando las mejores técnicas disponibles e invirtiendo en equipos de bajo impacto.

Además, la Unión Europea también ha establecido normas de eficiencia energética para diversos tipos de maquinaria. Las normas de etiquetado y diseño ecológico de la UE promueven los productos sostenibles, no solo para los consumidores, sino también para el sector industrial.

También se aplican normativas específicas a los productos; desde las bombillas hasta los aparatos de cocción, los equipos de calefacción y refrigeración, ventiladores industriales, bombas de agua y fuentes de alimentación externas. 

Normas medioambientales para el ahorro energético

Sanciones y recompensas: normativas medioambientales e incentivos por ahorro energético

Los gobiernos no solo están imponiendo nuevas cargas a los fabricantes. En algunos casos, también están ofreciendo subvenciones, exenciones fiscales y otros incentivos. Estas medidas pueden mejorar los resultados financieros de las empresas con visión de futuro, además de los importantes ahorros que pueden obtener al emplear equipos ecológicos. Algunos ejemplos: los secadores de aire frigoríficos con accionamiento de velocidad variable (VSD), el sistema de control central Optimizer 4.0 o los compresores con accionamiento de velocidad variable (VSD).

En Reino Unido, la lista de productos de tecnología energética, o ETL, es una lista de maquinaria de bajo consumo, como pueden ser los compresores de aire y los calentadores, elaborada por el gobierno. El objetivo de la ETL es motivar a las empresas a invertir en equipos ecológicos. ¿Y cómo lo hacen? Ofreciendo exenciones fiscales por la inversión en tecnologías sostenibles.
Francia ofrece un programa de incentivos similar, el Certificat d'economie d'energie.
En Alemania, el plan de acción nacional sobre eficiencia energética (NAPE) también premia las inversiones en equipos de ahorro energético.

Algunos países europeos y algunos estados de Estados Unidos están ofreciendo los llamados “certificados blancos”, que son certificados comercializables que demuestran que una empresa ha logrado un determinado porcentaje de ahorro energético. Es otra forma de fomentar las inversiones en eficiencia energética. 

Los votantes exigen medidas

Los expertos nos advierten de que muchas de las leyes y normativas medioambientales que actualmente están en vigor no son lo suficientemente estrictas. Por lo tanto, es probable que esta tendencia hacia lo “ecológico” se acelere en breve en lugar de ralentizarse, no solo por necesidad, sino porque la gente así lo quiere.

Una encuesta de la Comisión Europea realizada en 2019 reveló que el 93 % de los ciudadanos de la UE creen que el cambio climático es un problema grave. Ocho de cada diez personas creen que es “muy grave” y quieren que sus gobiernos tomen medidas. En esa misma encuesta se observó que el 92 % de los encuestados –y una importante mayoría en cada estado miembro individual– cree que las emisiones de gases de efecto invernadero “deberían reducirse al mínimo”.

En Estados Unidos, el número de estadounidenses que desean que la lucha contra el cambio climático sea una prioridad política es ahora mayor que nunca. Proteger el medio ambiente es casi tan importante para ellos como la economía.

Y no es solo cuestión de que la gente lo considere un tema importante, sino que también están sufriendo personalmente los efectos de esta amenaza inminente. Según otra encuesta reciente, prácticamente la mitad de los estadounidenses de entre 18 y 34 años dijeron que su preocupación por el cambio climático les afecta a su vida cotidiana.

El cambio climático se ha convertido en una cuestión electoral. Y, para las empresas, esto se traduce en que llegarán nuevas leyes y normas medioambientales. 

Los tribunales pueden imponer el cumplimiento de las normas

Hay otro factor que hay que tener en cuenta a la hora de predecir las nuevas normas que se emitirán y las leyes que se aprobarán. Ya no depende solo de los dirigentes del país.

El papel de los tribunales es importante y suele pasarse por alto. En muchos países, los ciudadanos están intentando demandar a sus gobiernos para que apliquen medidas. Por lo tanto, aunque quisieran, los políticos ya no podrán seguir dando largas. Tendrán que actuar y tendrán que hacerlo con rapidez.

Recientemente, el Tribunal Supremo de los Países Bajos se inclinó a favor de los demandantes al dictaminar que el gobierno de los Países Bajos debía reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Antes de que finalice este año, las emisiones deberán haberse reducido un 25 % respecto a los niveles de 1990.

Esto significa que, en cualquier momento, un tribunal podría instar a un gobierno a tomar medidas. Una acción que será mucho más agresiva que los cambios graduales que exigen algunos reglamentos. 

La subida de los precios aumenta el valor de los equipos de bajo consumo

Un último aspecto que debemos considerar es que la eficiencia energética será probablemente mucho más importante en un futuro próximo debido a la subida que están experimentando los precios de la energía. Esta subida, junto con los incentivos por adoptar medidas de eficiencia energética, hará que los productos de primera calidad sean una inversión todavía mejor. Los costes de la energía representarán un porcentaje aún mayor del coste total de propiedad.

Todos estos factores dejan claro que las empresas que crean que no se aplicarán normativas más restrictivas estarán jugando a la ruleta rusa con el futuro de su empresa. La cuestión no es si se van a aplicar normas adicionales, sino cuándo se aplicarán y cómo de estrictas serán.

La conclusión inevitable es que los fabricantes y los consumidores que tengan visión de futuro serán recompensados. Las empresas se benefician cuando planifican con tiempo. Invertir en el desarrollo o en la compra de tecnologías más ecológicas, como los equipos de bajo impacto, incluso cuando todavía no se necesiten, les dará una ventaja cuando se endurezcan las normas.

 

Descargue aquí nuestra guía de 10 pasos para la producción ecológica