1. Mantenga las bisagras y las gomas de las puertas bien lubricadas.
2. Repare cualquier daño en la carcasa para evitar que se propague la corrosión.
3. Inspeccione el estado de las mangueras y los tubos flexibles de goma. Con el tiempo, la goma tiende a volverse frágil, especialmente a bajas temperaturas.
4. Cambie el líquido de refrigeración
A medida que pasa el tiempo, los refrigerantes pierden sus propiedades protectoras, lo que hace que el líquido se congele a bajas temperaturas.
5. Sustituya el aceite. Para garantizar una lubricación y un rendimiento óptimos del motor a bajas temperaturas, cambie el aceite. A medida que baja la temperatura, el aceite se vuelve más espeso, lo que disminuye el rendimiento de lubricación. Asegúrese de utilizar el aceite más adecuado para la temperatura ambiente.
6. Mida la resistencia del aislamiento del alternador. Un valor de baja resistencia del aislamiento puede dar lugar a una avería en el futuro.
7. Pruebe el relé de fuga a tierra. Este dispositivo de seguridad se utiliza en instalaciones eléctricas para evitar las descargas eléctricas. Detecta las pequeñas pérdidas de tensión en las carcasas metálicas e interrumpe el circuito si se detecta una tensión peligrosa.
8. Verifique el estado del combustible con nuestro producto de detección de agua. Debido a la condensación, la presencia de agua en el combustible puede aumentar y provocar daños en el sistema de combustible.
9. Seque el alternador. Para evitar interrupciones, averías, mantenga alto el valor de aislamiento del alternador y séquelo con regularidad durante el invierno.