La primera cuestión es la naturaleza del líquido bombeado, ya que tiene un impacto enorme en el tipo de bomba. Entre los factores de importancia que deben tenerse en cuenta se encuentran la composición general, la concentración y el tamaño de las partículas en suspensión y el pH, la temperatura y el contenido en productos químicos del líquido. Por ejemplo, ¿se trata de agua con partículas finas o de un líquido mucho más espeso? ¿Cómo de agresivo es el medio?
Una de las consideraciones más importantes en cuanto a rendimiento está relacionada con el requisito de flujo, es decir, ¿cuánto líquido hay que mover y con qué rapidez? Por ejemplo, una bomba con un caudal máximo de 138 m3/h (608 US gpm) (como el modelo WEDA D50 de Atlas Copco) extraería el agua de una piscina de 36 m3 en 15 minutos (158 US gpm en 15 minutos). Sin embargo, una bomba con un caudal de 350 m3/h (1541 US gpm) (como el modelo WEDA D80) vaciaría la misma piscina en solo 6 minutos.
¿A qué altura debe bombearse el líquido y por qué distancia se efectúa el trasiego? Esto afectará a la presión que la bomba debe suministrar para garantizar que pueda bombear de forma eficiente y fiable. Cuanto mayor sea la distancia a la que se debe bombear el agua, más fricción se crea, lo que provoca la pérdida de presión de la bomba. Las bombas deben superar la resistencia a la gravedad, así como las pérdidas por fricción. A la hora de seleccionar las características técnicas de un producto, compruebe la curva de la bomba publicada por el fabricante, en la que figura la comparación entre altura manométrica y caudal a fin de garantizar el cumplimiento de la tarea pertinente.
Si dispone de red eléctrica, una bomba eléctrica será la mejor opción y la más eficiente en la mayoría de los casos. Las bombas sumergibles eléctricas, como las bombas WEDA de Atlas Copco, son el planteamiento más sencillo, eficiente y económico, y proporcionan una potencia elevada en unidades ligeras y compactas. Si el emplazamiento está situado en un punto remoto y es propenso a las fluctuaciones de corriente, plantéese utilizar una bomba que cuente con un motor y un motor de arranque equipados con protección eléctrica integrada contra variaciones de tensión, averías de fase y errores humanos.
Aparte del tipo de fluido a bombear, la fuente de energía y las necesidades de flujo y volumen, hay que considerar otros factores a la hora de elegir una bomba sumergible, tales como el ahorro de energía, la durabilidad y los gastos de mantenimiento de cada bomba. Tomar la decisión correcta no es una tarea sencilla, pero con el asesoramiento de nuestros expertos se puede lograr satisfactoriamente.
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